Respiración y emociones: ciencia y práctica
Al prolongar la exhalación unos segundos más que la inhalación, envías una señal de seguridad al cuerpo. Imagina empaquetar la tensión y soltarla al exhalar. Empieza con una proporción 4-6 durante dos minutos. ¿Notas hombros más sueltos? Comparte tus hallazgos para apoyar a quienes recién comienzan.
Respiración y emociones: ciencia y práctica
Contar respiraciones entrena la atención como si fuera un músculo. Prueba cuatro ciclos de inhalar en cuatro, pausar en uno y exhalar en seis. Si te distraes, vuelve a contar con amabilidad. Esta sencillez funciona en cafés ruidosos y salas de espera. ¿Dónde lo practicarás tú hoy?